lunes, 11 de febrero de 2013


Christian Villamide: paisajes incógnitos.(Texto escrito por Antonio Garrido para el catalogo de Christian Villamide “Paisajes incógnitos"

de Christian Villamide, el Lunes, 17 de enero de 2011 a la(s) 12:18
Christian Villamide: paisajes incógnitos.
(Texto escrito por Antonio Garrido para el catalogo de Christian Villamide “Paisajes incógnitos en 2011)



“Los propios ciclos vitales de la naturaleza en la alternancia de vida y muerte son las tareas de la experiencia artística que sólo puede comprenderse desde su condición de trance” (Soledad Sevilla).
La obra de Christian Villamide se ha ido gestando paralelamente a las evocaciones que los materiales encontrados de uso cotidiano y de desecho han servido para establecer relaciones con la naturaleza. Desde sus primeras series “Ab Initio” y “Volcán-Vulva, Vulva-Volcán”, de los primeros años noventa, encontramos alusiones a la naturaleza como una maquinaria reproductiva que repite incansablemente el ciclo: vida-amor-muerte.
En estas primeras obras de carácter pictórico, el artista dejaba presente su seducción por la utilización de nuevos materiales, en muchos casos transformados por el hombre y que hacían de contrapunto en una relación natural-artificial de interesantes y novedosos planteamientos conceptuales. La necesidad de romper la bidimensionalidad del soporte para establecer delicadas complicidades con el espacio y la luz, fue adentrando poco a poco a Christian en el ámbito de las instalaciones y de la búsqueda de nuevas soluciones expresivas, sin dejar de lado el contenido conceptual que su obra siempre ha tenido entre la naturaleza y la creatividad.

La residencia del artista en las islas Canarias a principios de esta última década, incrementa su personalidad de artista sincrético y evocador del espacio natural a través del variado y telúrico paisaje canario. No es extraño que se sintiera seducido por el medio en que otros artistas como César Manrique, Toni Gallardo, Miguel Ángel Blanco,  también han sido influidos. Para Christian Villamide se abre el horizonte explorado por artistas como Adolfo Schloser, Soledad Sevilla o Nacho Criado entre otros, y abre nuevos caminos dentro de la senda que relaciona al artista con la naturaleza. No hay que olvidar que Galicia es un buen nutriente para este tipo de creadores, entre los que se podrían citar a Pámen Pereira, María Xosé Díaz, Barbi o Emilia Salgueiro, entre otros.
Christian se abre a nuevos lenguajes plásticos que le aportan una mayor capacidad expresiva y la posibilidad de mostrar mejor las inquietudes que le sugiere el ambiente natural que poco a poco descubre al conocer el nuevo medio geográfico. Fruto de ello surgirán trabajos fotográficos en los que representa el impacto personal que le producen determinados fragmentos del ecosistema insular. La serie de cinco fotografías “Realismo paradójico”, puede mostrarse como testimonio de la fascinación que el propio artista no se resiste a representar mediante la imagen y la palabra: “Paisaje en el cual los restos de lo que fue la naturaleza se alzan como huesos blanquecinos realizando imploraciones y extendiendo sus súplicas al universo”. El dibujo que las ramas secas de los arbustos describen recortándose sobre el azul del horizonte, es un elemento plástico seductor y evocador, que el artista utilizará también en algunas de sus instalaciones –Transportables y asépticos, XXVII. (2002) –, en las que alambres convenientemente manipulados evocan al elemento natural vegetal, capaces de activar el espacio y la luz. También en un aspecto más íntimo e irónico, sigue sirviéndose de la evocación para crear, con altas dosis de intencionada artesanía, sus “Cuadernos de campo”, donde las páginas de papel recortado de sus blocks de trabajo se convierten en hojas de vegetales o fragmentos de un paisaje, o como en “Dunas”, un exquisito planteamiento de papiroflexia en el que la sugerencia es sutil y delicada. La técnica y la naturaleza se fusionan, en un fantástico sincretismo, con las ideas que surgen de un proyecto conceptual que es permanentemente evocado por el artista en una interesante creación de ecosistemas híbridos.
Una mirada crítica por la destrucción de la naturaleza se deja sentir en obras como “Naturaleza discapacitada”, en la que el artista trata de reconstruir lo destruido creando una nueva forma vegetal uniendo los fragmentos del desastre con herramientas de carpintería. Obras como esta demuestran que no estamos ante un artista insensible, sino con un hombre comprometido con los problemas de su tiempo y que trata, a veces, de sacarlos a la luz de la mejor manera con la que sabe expresarse. Un compromiso y una denuncia que surgen en obras como “Batallas en cinco actos” o “Batalla en Bagdad”, donde la intolerancia y las más primitivas acciones del hombre son transcritas por el artista de una manera irónica y directa.
Fiel representante del tiempo que le toca vivir, Christian Villamide no duda en abarcar todos los lenguajes plásticos y acciones que le permiten ir avanzando en su proyecto. La intervención directa sobre el paisaje como acción la realiza en “La sombra de la duda”, un planteamiento Land Art realizado con motivo del aniversario de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y que guarda una cierta relación con las acciones generadas en el proyecto “Jardines de Lausanne”, promovido desde 1997 en la ciudad suiza, y donde artistas de todo el mundo intervienen el medio natural. También es importante su capacidad de observación para encontrar relaciones entre los objetos naturales y la psique humana de donde surgen obras que poseen una clara alusión al ciclo vital –vida, amor y muerte–, como ocurre en “Mineral, Animal, Vegetal”, “De corazones” o “Arqueologías irreverentes”, en los que nuevamente su ciclo artístico entronca con sus orígenes pictóricos de principios de los años noventa. Christian Villamide hace solo un año que ha regresado a Galicia y ha llegado enriquecido con el bagaje de una obra plástica sincera, importante y llena de matices, que ahora muestra a través de un conjunto de trabajos unidos por el sugerente epígrafe de “Paisajes incógnitos”.
Antonio Garrido Moreno
Universidad de Santiago de Compostela

No hay comentarios:

Publicar un comentario